Donde la Curiosidad se Convierte en Innovación

El inicio de la aventura: aprenden lógica de programación con bloques físicos y juegos interactivos.

Llevan el código al mundo real, programando un robot físico sin necesidad de pantallas.

La ciencia cobra vida construyendo catapultas, circuitos blandos y más inventos con materiales cotidianos.

Se convierten en ingenieros mecánicos, aprendiendo sobre engranajes, palancas y estructuras.

Le dan un cerebro a sus construcciones, programando motores y sensores con bloques.

Dominan la programación avanzada en un laboratorio virtual sin límites físicos.

Aplican sus habilidades virtuales para construir y programar su primer robot de competencia real.

Un año de inmersión total para diseñar, construir y dominar en la arena de competencia de VEX IQ.

Pasan de ser jugadores a ser arquitectos de mundos interactivos, creando su propio videojuego.

Conectan sus inventos a internet, creando dispositivos que reportan datos y reciben órdenes de la nube.

Dominan el arte de la ingeniería con madera, aprendiendo a crear objetos reales con sus propias manos.

No solo vuelan drones, los construyen y les enseñan a volar por sí mismos con programación autónoma.

Dominan el cerebro electrónico que impulsa miles de gadgets para crear sus propios inventos interactivos.

Transforman sus ideas de la pantalla a la realidad, aprendiendo a diseñar y fabricar objetos en 3D.

Diseñan y cortan con la precisión de un láser, aprendiendo sobre manufactura de productos reales.

Le damos ojos a nuestros robots. Aprenden a entrenar una IA para que sus creaciones vean y reaccionen.

Usan la tecnología para ayudar al planeta, creando sistemas de riego inteligente y monitores ambientales.

Crean apps móviles profesionales sin código para controlar sus inventos desde la palma de su mano.

La misión final: inventar una solución a un problema real, aplicando todas las habilidades aprendidas.